El principio Heads I win, tails you lose dice que al momento de dar una interpretación al paciente el terapeuta siempre
tendrá la razón. Si no tiene la misma interpretación el paciente, es
resistencia y si es la misma hay una interpretación correcta.
El psicoanálisis tiene el objetivo de que el
paciente abandone sus represiones de la primera época de su evolución para ir
hacia un estado de madurez psíquica. Así, llega a recoger sentimientos e
impulsos que el paciente tuvo en ese momento olvidado y sabemos que los
síntomas que posee en la actualidad son por las represiones de aquel evento. Para recobrar aquellos
recuerdos tenemos fragmentos de esos recuerdos, sueños, asociación libre, repeticiones de los afectos se observan en acciones del paciente.
La relación de transferencia hacia el analista
favorece el regreso de esas conexiones afectivas. Buscamos una imagen de lo que el paciente ha olvidado.
DOS
PORCIONES, DOS LOCALIZACIONES, AFECTA A DOS PERSONAS:
TAREA DEL ANALISTA
Hacer surgir lo que ha sido olvidado a partir de las huellas
que ha dejado tras sí o construirlo.
El trabajo de construcción y
excavación arqueológica son muy parecidos, a
excepción de que el analista trabaja en mejores condiciones y así mismo posee
mas material, este no trabaja en algo que ya esta destruido, sino en algo que
sigue ahí.
Ambos tienen la función de
construir, a partir de restos, de algo que ha permanecido ahí al igual que
existen muchas dificultades y errores.
Existen dos hechos que llevan al
psicoanalista a la desventaja:
o Objetos
psíquicos son incomparablemente más complicados que el material de las
excavaciones
o No
tenemos el suficiente conocimiento de lo que podemos encontrar.
Para el arqueólogo la
reconstrucción es la aspiración y el fin de sus esfuerzos, mientras que para el
analista la construcción es solamente una labor preliminar.
El psicoanalista termina una
construcción y la comunica al paciente, de modo que pueda actuar
sobre él. Una construcción es cuando se coloca ante el sujeto analizado un fragmento
de su historia anterior que ha olvidado.
Si nos equivocamos al dar una
construcción el paciente permanecerá inconmovible, no reaccionara ni con un
“si” ni un “no”. Concluimos que cometimos un error ante el paciente y lo
remediamos luego cuando tengamos nuevamente un material que nos permita hacer
una construcción mejor, así la construcción errónea desaparece.
El “sí” de un paciente puede ser
por el hecho de que la construcción que se le dio es correcta y al mismo tiempo
lo contrario, aquí lo dice por mantener resistencia y ocultar la verdad por más
tiempo. El “sí” es correcto cuando después de este vienen más recuerdos al
paciente de lo sucedido u olvidado.
El “no” así mismo puede tener
diferentes significados. En algunos casos se da cuando la construcción es
invalida para él y en otros una resistencia al escuchar la construcción del
analista. El “no” es verdadero cuando la construcción ha sido incompleta,
cuando falta algo más.
Una confirmación valiosa se da cuando el paciente contesta con ideas
similares a la construcción.
Si la construcción es invalida no hay cambios en el paciente, pero si
es acertada hay cambios en él, en sus síntomas y su estado en general.
Es muy importante la reacción de
los pacientes ante las construcciones que se les presenta, podemos obtener
mucha información de esta reacción, pero no nos ayuda totalmente a dar una
respuesta final. Lo que suceda después nos ayudara a darle la respuesta a su
problema, nos hará ver si tuvimos razón en las construcciones o no.
En ciertos casos una construcción
valiosa ha provocado en los pacientes recuerdos de ese suceso pero no todo sino
simplemente algunos detalles relacionados con aquél.
El surgimiento de lo reprimido
puesto en actividad por las construcciones presentadas ha intentado llevar lo
olvidado a la conciencia, pero la resistencia no ha detenido esto sino ha
desplazado a objetos adyacentes de menor importancia.
Realizado por: Katherin Vásquez
Como ya hemos mencionado anteriormente el trabajo analítico aspira llegar a la patogénesis de los síntomas, mediante el vencimiento de las resistencias y de este modo hacer accesible a la conciencia todos los elementos olvidados (reprimidos). Para esta labor el psicoanalítico a de servirse de ideas (asociación libre de ideas), chistes, sueños y olvidos del paciente con el propósito de recobrar los recuerdos perdidos. De esta manera procurar en el paciente un aumento del bienestar y del gusto por vivir, trabajar y amar.
También en este capitulo refiere sobre las indicaciones que pueden inferirse de la reacción del paciente cuando le hemos ofrecido nuestras construcciones. No podemos aceptar el “no” de una persona en tratamiento por su valor aparente, pero tampoco damos paso libre a un “si” debido a que en la realidad las cosas no son tan sencillas como aparentan ,ya que un simple “si” o un “no” de un paciente no dejan ser tan ambiguos . Con respecto al “si” en realidad puede reconocer lo justo de la construcción que le ha sido presentada; pero también puede carecer de significado y a lo que se refiere a un “no” puede ser una expresión de un legítimo discernimiento o una resistencia ante la construcción presentada.
En definitiva un “sí’ o un “no” tiene valor cuando estas expresiones seguidamente produzcan nuevos recuerdos que completen o amplíen la construcción, es decir, cuando el paciente contesta con algo análogo al contenido de la construcción.
En conclusión desde el punto de vista del psicoanálisis entendemos como construcción a una elaboración propuesta por el analista al analizado durante la labor psicoanalítica, y que está destinada esencialmente a reconstruir en sus aspectos tanto reales como fantasiosos, una parte de la historia infantil del sujeto. La aspiración es encontrar un cuadro confiable y fidedigno y en esencia completo de los años olvidados del paciente.
Podemos referir que si la construcción es mala o deficiente, no hay cambios en el paciente; pero si es acertada o se aproxima a la verdad reacciona a ella con una inequívoca agravación de sus síntomas y de su estado general. Solamente el curso posterior del análisis nos faculta para decidir si nuestras construcciones son correctas o inútiles.
Resumen del Capítulo II
Como ya hemos mencionado anteriormente el trabajo analítico aspira llegar a la patogénesis de los síntomas, mediante el vencimiento de las resistencias y de este modo hacer accesible a la conciencia todos los elementos olvidados (reprimidos). Para esta labor el psicoanalítico a de servirse de ideas (asociación libre de ideas), chistes, sueños y olvidos del paciente con el propósito de recobrar los recuerdos perdidos. De esta manera procurar en el paciente un aumento del bienestar y del gusto por vivir, trabajar y amar.
En fin, la tarea del psicoanalista es hacer surgir lo que el paciente ha olvidado a partir de las huellas que ha dejado tras sí, o más correctamente construirlo
En los trabajos de la técnica psicoanalítica se dicen poco acerca de las “construcciones” es porque en lugar de ellas se habla de “interpretaciones” y de sus efectos. El termino interpretación se aplica a alguna cosa que uno hace con un elemento sencillo, como una asociación o una parapraxia (lapsus, olvidos y equivocaciones que suceden en la vida cotidiana). Mientras que una construcción se utiliza cuando el analista coloca ante el sujeto analizado un fragmento de su historia anterior .Generalmente se tiende a aceptar que, interpretaciones parciales abren camino a la construcción.
En este presente trabajo se dará más énfasis a las “construcciones” que el psicoanalista comunica al paciente en base al material obtenido.
Primeramente hemos de tener en cuenta que no se produce un prejuicio porque alguna vez nos equivoquemos y demos al paciente una construcción errónea de la probable verdad histórica. Lo que en realidad ocurre en tales casos, es más bien que el paciente permanece inconmovible por lo que se ha dicho y no reacciona ni con un “si” ni con un “no”. Esto posiblemente solo significa que su reacción queda pospuesta: pero si no resulta podemos concluir que hemos cometido un error y podemos admitirlo así al paciente en una ocasión favorable. Esta oportunidad se presentara cuando llegue a la luz un nuevo material que nos permita hacer una construcción mejor y así corregir nuestro error.
También en este capitulo refiere sobre las indicaciones que pueden inferirse de la reacción del paciente cuando le hemos ofrecido nuestras construcciones. No podemos aceptar el “no” de una persona en tratamiento por su valor aparente, pero tampoco damos paso libre a un “si” debido a que en la realidad las cosas no son tan sencillas como aparentan ,ya que un simple “si” o un “no” de un paciente no dejan ser tan ambiguos . Con respecto al “si” en realidad puede reconocer lo justo de la construcción que le ha sido presentada; pero también puede carecer de significado y a lo que se refiere a un “no” puede ser una expresión de un legítimo discernimiento o una resistencia ante la construcción presentada.
En definitiva un “sí’ o un “no” tiene valor cuando estas expresiones seguidamente produzcan nuevos recuerdos que completen o amplíen la construcción, es decir, cuando el paciente contesta con algo análogo al contenido de la construcción.
En conclusión desde el punto de vista del psicoanálisis entendemos como construcción a una elaboración propuesta por el analista al analizado durante la labor psicoanalítica, y que está destinada esencialmente a reconstruir en sus aspectos tanto reales como fantasiosos, una parte de la historia infantil del sujeto. La aspiración es encontrar un cuadro confiable y fidedigno y en esencia completo de los años olvidados del paciente.
Podemos referir que si la construcción es mala o deficiente, no hay cambios en el paciente; pero si es acertada o se aproxima a la verdad reacciona a ella con una inequívoca agravación de sus síntomas y de su estado general. Solamente el curso posterior del análisis nos faculta para decidir si nuestras construcciones son correctas o inútiles.
“Construcciones” en la Psicoterapia Actual
En base al resumen expuesto en el apartado anterior puedo manifestar que en la psicoterapia actual también se puede evidenciar las “construcciones” que el analista realizaba al analizado. Las “construcciones” son mucho más complejas en la psicoterapia y estas no son más que elaboraciones o interpretaciones que el terapeuta comunica al paciente sobre la información recabada (experiencias en la infancia, signos y síntomas, etc.) con el fin de lograr una comprensión global del problema.
Al igual que en el psicoanálisis la respuesta positiva o negativa por parte paciente ante tales interpretaciones hechas por el terapeuta también suele ser ambiguas debido a que cada paciente es un universo diferente, sin embargo las emociones, pensamientos o una conducta pueden acercarnos a descifrar si la respuesta se aproxima al verdad.
AUTORA: MARLENE VILLA
AUTORA: MARLENE VILLA
PARTE III
En este capitulo Sigmud Freud, menciona que para el psicoanalista según su experiencia diaria todo se vuelve familiar. En lo que termina el proceso de creación del psicoanalista debería ser por la evocación de recuerdos del paciente, no obstante esto no siempre sucede, pues por lo general el paciente no suele recordar lo que ha reprimido. Sin embargo si el análisis es llevado correctamente por el psicoanalista, en el paciente existe un avance en su construcción que es igual de eficaz que un recuerdo vuelto a evocar.
Cuando la comunicación es acertada en esta construcción, el paciente provoca recuerdos vivos, "ultra claros", uno de estos recuerdos podría ser caras de las personas, muebles, objetos en general.
El surgimiento de lo reprimido ha intentado llevar las huellas mnèmicas de la conciencia, sin embargo en una resistencia no se puede lograr esto, debido a esto se detiene este movimiento pero se desplaza objetos adyacentes de importancia menor. Las experiencias de la infancia que se han olvidado, pueden reaparecer y se las puede describir como alucinaciones, cabe recalcar que también puede ser una característica general de éstas.
En el mecanismo del delirio señalamos como regla dos factores:
- El apartamiento del mundo real con sus fuerzas motivadoras y;
- La influencia ejercida por el cumplimiento de deseos en el contenido de un delirio por el otro.
Debería abandonarse el convencer al paciente del error de sus delirios y de su contradicción con la realidad, de esta forma el reconocimiento de su núcleo de verdad proporcionaría una base común sobre la cual se puede desarrollar el trabajo terapéutico, el mismo que consistiría en liberar el fragmento de verdad histórica de sus distorsiones y sus relaciones con el presente para hacerlas remontar al momento del pasado al cual pertenecen.
Los delirios de los pacientes se aparecen como los equivalentes de las construcciones que edificamos en el curso de un tratamiento psicoanalítico, nuestra construcción solamente es eficaz porque recibe un fragmento de una experiencia perdida, es así como los delirios deben su poder de convicción al elemento de la verdad histórica, que insertan en lugar de la realidad rechazada.
De esta forma se intentó discutir los orígenes de la enfermedad de los delirios con esta breve formula "los que están sujetos a ellos sufren por sus propias reminiscencias".
Podemos concluir con este texto que las construcciones son de gran ayuda para una correcta identificación del problema del paciente en el psicoanálisis
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AUTORA: ESTEFANIA VILLACRESES
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