domingo, 12 de enero de 2014

CONSTRUCCIONES EN PSICOANÁLISIS PARTE I, II, III


El principio Heads I win, tails you lose dice que al momento de dar una interpretación al paciente el terapeuta siempre tendrá la razón. Si no tiene la misma interpretación el paciente, es resistencia y si es la misma hay una interpretación correcta.


El psicoanálisis tiene el objetivo de que el paciente abandone sus represiones de la primera época de su evolución para ir hacia un estado de madurez psíquica. Así, llega a recoger sentimientos e impulsos que el paciente tuvo en ese momento olvidado y sabemos que los síntomas que posee en la actualidad son por las represiones de aquel evento. Para  recobrar aquellos recuerdos tenemos fragmentos de esos recuerdos, sueños, asociación libre, repeticiones de los afectos se observan en acciones del paciente.
La relación de transferencia hacia el analista favorece el regreso de esas conexiones afectivas. Buscamos una imagen de lo que el paciente ha olvidado.
DOS PORCIONES, DOS LOCALIZACIONES, AFECTA A DOS PERSONAS:





TAREA DEL ANALISTA
Hacer surgir lo que ha sido olvidado a partir de las huellas que ha dejado tras sí o construirlo.


El trabajo de construcción y excavación arqueológica son muy parecidos, a excepción de que el analista trabaja en mejores condiciones y así mismo posee mas material, este no trabaja en algo que ya esta destruido, sino en algo que sigue ahí.
Ambos tienen la función de construir, a partir de restos, de algo que ha permanecido ahí al igual que existen muchas dificultades y errores.
Existen dos hechos que llevan al psicoanalista a la desventaja:
o   Objetos psíquicos son incomparablemente más complicados que el material de las excavaciones
o   No tenemos el suficiente conocimiento de lo que podemos encontrar.


Para el arqueólogo la reconstrucción es la aspiración y el fin de sus esfuerzos, mientras que para el analista la construcción es solamente una labor preliminar.

 
El psicoanalista termina una construcción y la comunica al paciente, de modo que pueda actuar sobre él. Una construcción es cuando se coloca ante el sujeto analizado un fragmento de su historia anterior que ha olvidado.
Si nos equivocamos al dar una construcción el paciente permanecerá inconmovible, no reaccionara ni con un “si” ni un “no”. Concluimos que cometimos un error ante el paciente y lo remediamos luego cuando tengamos nuevamente un material que nos permita hacer una construcción mejor, así la construcción errónea desaparece.
El “sí” de un paciente puede ser por el hecho de que la construcción que se le dio es correcta y al mismo tiempo lo contrario, aquí lo dice por mantener resistencia y ocultar la verdad por más tiempo. El “sí” es correcto cuando después de este vienen más recuerdos al paciente de lo sucedido u olvidado.
El “no” así mismo puede tener diferentes significados. En algunos casos se da cuando la construcción es invalida para él y en otros una resistencia al escuchar la construcción del analista. El “no” es verdadero cuando la construcción ha sido incompleta, cuando falta algo más.
Una confirmación valiosa se da cuando el paciente contesta con ideas similares a la construcción.
Si la construcción es invalida no hay cambios en el paciente, pero si es acertada hay cambios en él, en sus síntomas y su estado en general.
Es muy importante la reacción de los pacientes ante las construcciones que se les presenta, podemos obtener mucha información de esta reacción, pero no nos ayuda totalmente a dar una respuesta final. Lo que suceda después nos ayudara a darle la respuesta a su problema, nos hará ver si tuvimos razón en las construcciones o no.
En ciertos casos una construcción valiosa ha provocado en los pacientes recuerdos de ese suceso pero no todo sino simplemente algunos detalles relacionados con aquél.
El surgimiento de lo reprimido puesto en actividad por las construcciones presentadas ha intentado llevar lo olvidado a la conciencia, pero la resistencia no ha detenido esto sino ha desplazado a objetos adyacentes de menor importancia.


Realizado por: Katherin Vásquez

Resumen del Capítulo II







Como ya hemos mencionado anteriormente el trabajo analítico aspira  llegar a la patogénesis de los síntomas, mediante el vencimiento de las resistencias y   de este modo hacer accesible a la conciencia todos los elementos olvidados (reprimidos). Para esta labor el psicoanalítico a de servirse de ideas (asociación libre de ideas), chistes, sueños y olvidos del paciente con el propósito de  recobrar los recuerdos perdidos. De esta manera procurar en el paciente un aumento del bienestar y del gusto por vivir, trabajar y amar.

En fin, la tarea del psicoanalista es hacer surgir lo que el paciente ha olvidado a partir de las huellas que ha dejado tras sí, o más correctamente construirlo

En los trabajos de la técnica psicoanalítica se dicen poco acerca de las “construcciones” es porque en lugar de ellas se habla de “interpretaciones” y de sus efectos. El termino interpretación se aplica a alguna cosa que uno hace con un elemento sencillo, como una asociación o una parapraxia  (lapsus, olvidos y equivocaciones que suceden en la vida cotidiana). Mientras que una construcción se utiliza cuando el analista coloca ante el sujeto analizado un fragmento de su historia anterior .Generalmente se tiende a aceptar que, interpretaciones parciales abren camino a la construcción.

En este presente trabajo se dará más énfasis a las “construcciones”  que el psicoanalista  comunica al paciente en base al material obtenido.

Primeramente hemos de tener en cuenta que no se produce un prejuicio  porque alguna vez nos equivoquemos  y demos al paciente una construcción errónea de la probable verdad histórica. Lo que en realidad ocurre en tales casos, es más bien que el paciente permanece inconmovible por lo que se ha dicho y no reacciona ni con un “si” ni con un “no”. Esto posiblemente  solo significa  que su reacción queda pospuesta: pero si no resulta podemos concluir que hemos cometido un error y podemos admitirlo  así al paciente en una ocasión   favorable. Esta oportunidad se presentara cuando llegue a la luz un nuevo material que nos permita hacer una construcción mejor y así corregir nuestro error.


También en este capitulo refiere sobre las indicaciones que pueden inferirse de la reacción del paciente cuando le hemos ofrecido nuestras construcciones. No podemos aceptar  el “no” de una persona en tratamiento por su valor aparente, pero tampoco damos paso libre a un “si” debido a que en la realidad las cosas no son tan sencillas como aparentan ,ya que un simple “si” o un “no” de un paciente no dejan ser  tan ambiguos . Con respecto al  “si” en realidad puede reconocer lo justo de la construcción que le ha sido presentada; pero también puede carecer de significado y a lo que se refiere a un “no” puede ser  una expresión de un legítimo discernimiento o una resistencia ante la construcción presentada.
En definitiva un “sí’ o un “no” tiene valor cuando estas expresiones seguidamente produzcan nuevos recuerdos que completen o amplíen la construcción, es decir, cuando el paciente contesta con algo análogo al contenido de la construcción.

En conclusión  desde el punto de vista del psicoanálisis entendemos como construcción a una elaboración propuesta por el analista al analizado durante la labor psicoanalítica, y que está destinada esencialmente a reconstruir en sus aspectos tanto reales como fantasiosos, una parte de la historia infantil del sujeto. La aspiración es encontrar un cuadro confiable y fidedigno y en esencia completo de los años olvidados del paciente. 
Podemos referir que  si la construcción es mala o deficiente, no hay cambios en el paciente; pero si es acertada o se aproxima a la verdad reacciona a ella con una inequívoca agravación de sus síntomas y de su estado general. Solamente el curso posterior del análisis nos faculta para decidir si nuestras construcciones son correctas o inútiles.

“Construcciones” en la Psicoterapia Actual





En base al resumen expuesto en el apartado anterior puedo manifestar que en la psicoterapia actual también se puede evidenciar las “construcciones” que el analista realizaba al analizado. Las “construcciones” son mucho más complejas  en la psicoterapia y estas  no son más que elaboraciones o interpretaciones   que el terapeuta comunica al paciente sobre la información recabada (experiencias en la infancia, signos y síntomas, etc.) con el fin de lograr una comprensión global del problema.

 Al igual que en el psicoanálisis la respuesta positiva o negativa por parte paciente ante tales interpretaciones hechas por el terapeuta también suele ser ambiguas debido a que cada paciente es un universo diferente, sin embargo las emociones, pensamientos o una conducta pueden acercarnos a descifrar si la respuesta se aproxima al verdad. 

AUTORA: MARLENE VILLA

PARTE III
En este capitulo Sigmud Freud, menciona que para el psicoanalista según su experiencia diaria  todo se vuelve familiar. En lo que termina el proceso de creación del psicoanalista debería ser por la evocación de recuerdos del paciente, no obstante esto no siempre sucede, pues por lo general el paciente no suele recordar lo que ha reprimido. Sin embargo si el análisis es llevado correctamente por el psicoanalista, en el paciente existe un avance en su construcción que es igual de eficaz que un  recuerdo vuelto a evocar.
Cuando la comunicación es acertada en esta construcción, el paciente provoca recuerdos vivos, "ultra claros", uno de estos recuerdos podría ser caras de las personas, muebles, objetos en general.
El surgimiento de lo reprimido ha intentado llevar las huellas mnèmicas de la conciencia, sin embargo en una resistencia no se puede lograr esto, debido a esto se detiene este movimiento pero se desplaza objetos adyacentes de importancia menor. Las experiencias de la infancia que se han olvidado, pueden reaparecer y se las puede describir como alucinaciones, cabe recalcar que también puede ser una característica general de éstas.
En el mecanismo del delirio señalamos como regla dos factores:

  1. El apartamiento del mundo real con sus fuerzas motivadoras y; 
  2. La influencia ejercida por el cumplimiento de deseos en el contenido de un delirio por el otro.
Debería abandonarse el convencer al paciente del error de sus delirios y de su contradicción con la realidad, de esta forma el reconocimiento de su núcleo de verdad proporcionaría  una base común sobre la cual se puede desarrollar el trabajo terapéutico, el mismo que consistiría en liberar el fragmento de verdad histórica de sus distorsiones y sus relaciones con el presente para hacerlas remontar al momento del pasado al cual pertenecen.
Los delirios de los pacientes se aparecen como los equivalentes de las construcciones que edificamos en el curso de un tratamiento psicoanalítico, nuestra construcción solamente es eficaz porque recibe un fragmento de una experiencia perdida, es así como los delirios deben su poder de convicción al elemento de la verdad histórica, que insertan en lugar de la realidad rechazada.
De esta forma se intentó discutir los orígenes de la enfermedad de los delirios con esta breve formula "los que están sujetos a ellos sufren por sus propias reminiscencias".
Podemos concluir con este texto que las construcciones son de gran ayuda para una correcta identificación del problema del paciente en el psicoanálisis

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AUTORA: ESTEFANIA VILLACRESES

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